Resumen

INTRODUCCIÓN/OBJETIVOS: La gonorrea es la segunda ITS de origen bacteriano más frecuente en el mundo. En los últimos años asistimos a un aumento de las resistencias al tratamiento, habiéndose detectado cepas con sensibilidad disminuida o resistentes a cefalosporinas de tercera generación. Para controlar la infección es importante hacer un diagnóstico eficaz con técnicas sensibles, como la PCR, y realizar estudios de sensibilidad para adecuar el tratamiento en cada caso. Nuestro objetivo fue analizar la incidencia y la sensibilidad de Neisseria gonorrhoeae (NG) en nuestro medio en los últimos cinco años. MATERIAL Y MÉTODOS: Entre 2012 y 2016 se procesaron en el Servicio de Microbiología del H. U. Virgen de la Victoria 4905 muestras para estudio de NG. El cultivo se realizó en medio Martin Lewis. Se testó la sensibilidad a cefotaxima, ciprofloxacino, penicilina y tetraciclina por el método disco- placa según los criterios del CLSI y se comprobó la producción de beta-lactamasa. A partir de junio de 2015 se incorporó la PCR a tiempo real de NG y Chlamydia trachomatis (CT) (sistema automatizado Cobas 4800 de Roche), realizándose paralelamente al cultivo a 796 muestras. RESULTADOS: De 4905 analizadas, 207 (4,2%) fueron positivas. El 85,7% eran hombres y 14,3% mujeres. El 44,4% tenían entre 20 y 29 años. Las muestras eran exudados uretrales (79,4%), vaginales (12,7%), rectales (4,7%), endocervicales(1,6%) y semen(1,6%). El 75,5% procedían de Centros de Salud, 15,5% de servicios hospitalarios y 9% de urgencias. En el 83,1% de los pacientes el cultivo fue positivo y el 16,9% fueron detectados sólo por PCR. La incidencia (número de casos por cada 100.000 habitantes) aportada por las distintas técnicasy la sensibilidad de NG en los últimos años se recogen en las siguientes tablas CONCLUSIONES: La incidencia de Neisseria gonorrhoeae en nuestro medio ha aumentado de 5,7 en 2012 a 13,8 en 2016 debido en parte a la incorporación de técnicas de biología molecular que, en nuestro caso, aportaron de media 4,9 casos más por cada 100.000 habitantes al año. Aunque no hemos encontrado ninguna cepa resistente a cefalosporinas de 3ª generación, se debe continuar vigilando la susceptibilidad antibiótica de NG, con el objetivo de detectar posibles resistencias al tratamiento, por lo que deben de coexistir tanto el cultivo como PCR