Las preguntas de la evaluación son preguntas evaluativas, es decir, preguntas que vamos a intentar responder los/as evaluadores/as utilizando diferentes métodos y herramientas para acercarnos a nuestro objeto de estudio (el programa, la acción o intervención). Tendrán relación con los objetivos de la evaluación que hemos establecido previamente.
Durante el proceso evaluativo vamos a elaborar diferentes preguntas orientadas a objetos y también a sujetos: la pregunta será nuestra principal herramienta. Formularemos algunas más generales para delimitar objetivos, responder a los criterios establecidos, medir impactos, y otras mucho más específicas que nos aporten datos sobre uso de servicios, tipo de productos, etc. También elaboraremos preguntas para nuestros cuestionarios y para las entrevistas que realicemos.
En general, es importante que las preguntas evaluativas sean preguntas relevantes, útiles y que puedan ser respondidas. Que reflejen objetivos del programa y conceptos o elementos clave.
También podemos valorar el grado de profundidad que queremos alcanzar y elaborar preguntas coherentes con ello.
Debemos tener en cuenta nuestra capacidad para responderlas: si tendremos tiempo y recursos suficientes. Es mejor no perder el tiempo elaborando decenas de preguntas que dejaremos sin responder y centrarnos en aquellas que sí nos permitan avanzar en el trabajo.
Algunos consejos más a la hora de elaborar nuestras preguntas:
- Nos deben ayudar a saber qué observar: ¿Qué servicios, materiales i/o cosas produce el programa?
- Describir lo que pasa o lo que se hace: ¿Qué ha pasado?, ¿cómo es el servicio?, ¿cómo son los materiales y recursos?
- Medir cambios: ¿Han aumentado los servicios ofrecidos? ¿Cuánto? ¿Hay más demandas que antes (definir tiempos) de determinado servicio? ¿Los discursos de los jóvenes son más elaborados que hace un año?
- Entender causalidades, comparar, justificar y argumentar, explorar: ¿Cuáles son los resultados en comparación a los objetivos del programa? ¿La metodología excluye a identidades sexuales?
- También pueden ser preguntas críticas que partan de valores o posturas políticas: ¿el programa reduce la violencia entre los/as jóvenes? ¿Las sexualidades no heterosexuales son más visibles?
- Definir conceptos y elementos clave nos puede ayudar a establecer jerarquías entre las preguntas de la evaluación y a desarrollar indicadores.
- Debemos definir la pregunta principal de la evaluación, que va a determinar también el diseño evaluativo. Por ejemplo: “¿El programa X funciona?”, Se entiende que se trata de un programa que ya está en marcha o que no es nuevo, e implica evaluar los resultados y ponerlos en comparación con los objetivos del programa, ver si los objetivos están bien planteados, si todavía son pertinentes etc. “¿Por qué hay un sesgo de género en el acceso al servicio Y”? Esta pregunta orienta toda la evaluación hacia un problema concreto que se ha detectado a través de un análisis previo de los resultados.
En la sección de recursos encontrarás fichas que te ayudarán a elaborar preguntas para cada fase de la evaluación.