Resum
La sexualidad en la vejez es un fenómeno de incipiente desarrollo en el campo gerontológico. Existen creencias y estereotipos que tienden a ubicar a las personas mayores como sujetos asexuados, y a establecer una asociación natural entre envejecimiento y el declinar de la actividad sexual. Sin embargo, la literatura indica que las personas mayores pueden ser activas sexualmente, desarrollando diferentes vivencias en torno a ella. Desde la perspectiva de género se considera que las mujeres han enfrentado mayores dificultades para el goce y la sexualidad en su trayectoria de vida. El artículo expone los resultados de un estudio cualitativo, de tipo descriptivo, cuyo objetivo fue develar los significados atribuidos a la sexualidad de las mujeres mayores participantes de la Oficina del Adulto Mayor, en la comuna de Valparaíso. Participaron seis mujeres mayores, entre sesenta y cuatro y setenta y seis años. Los resultados sugieren que las mujeres mayores significan la sexualidad en un lugar secundario en sus vidas, dando cuenta de experiencias poco positivas, y placenteras, las que se asociaron a un vínculo débil de pareja y a situaciones de violencia que influyen en el valor que hoy le otorgan. A su vez sus experiencias dan cuenta de roles tradicionales de género, y una asociación de la sexualidad con la reproducción y la crianza, aunque reconocen que, al ser mujeres mayores, se han permitido una vivencia de la sexualidad con mayor autonomía, libertad y capacidad de exploración. Se concluye que, la sexualidad se vivencia principalmente desde una dimensión espiritual y afectiva, por sobre la coital. Priorizan las relaciones de cuidado, en su cotidianeidad, y los vínculos afectivos familiares, por sobre las relaciones de pareja. Aún así, valoran un incremento de su capacidad de autonomía, conocimiento de su cuerpo y exploración, la que ha sido desarrollada en su vejez.