Resum
Los modelos de
transmisión del sida y de difusión de la epidemia requieren el uso de variables que describan los
comportamientos sexuales, como el numero de partenarias y la frecuencia de las relaciones. Es por
ello que agrupar información sobre estas variables y evaluar su grado de exactitud es importante. El
interés del articulo reside en los datos sobre la frecuencia de relaciones recogidas en la encuesta de
1992 sobre los comportamientos sexuales en Francia (ACSF). La frecuencia declarada relativa a las
cuatro semanas anteriores a la encuesta es pa recida para nombres y mujeres (respectivamente 8,0 y
7,1). Esta frecuencia disminuye cuando la edad (más de 25 años) la duración de la union aumenta,
pasando por ejemplo de 13 por mes durante el primer afio de vida en pareja a menos de 8 después de
15 anos. Estos resultados confirman los de encuestas anteriores, como la encuesta Simon de 1970.
Esta frecuencia declarada para las cuatro semanas anteriores se compara con la frecuencia « habitual», para los individuos con una única partenaria. La coherencia es muy elevada, lo cual demuestra que
los encuestados apenas establecen diferencias entre las dos preguntas. La frecuencia declarada
también se puede relacionar con el tiempo transcurrido después de la ultima relación. El inverso de la
frecuencia ofrece, efectivamente, una buena estimación del intervalo entre dos relaciones (para cada
individuo), constituyendo pues un intervalo cerrado ; el tiempo transcurrido desde la ultima relación
constituye por su parte un intervalo abierto. El articulo discute las posibilidades de comparación entre
estas dos medi- das. Bajo la hipótesis de que la probabilidad de tener una relación es
aproximadamente constante de un dia a otro para un mismo individuo, se demuestra que los dos
intervalos tie- nen la misma esperanza matemática ; los datos de la encuesta se adaptan
perfectamente a este modelo, lo cual permite concluir que las dos preguntas ofrecen respuestas
cohérentes. Con la hipótesis suplementaria de una repartición logonormal de las probabilidades diarias
de relaciones para diversos individuos, es posible estimar la distribución compléta de los intervalos. La
única posibilidad de error séria que las informaciones recogidas sufriesen un mismo tipo de sesgo
(tendencia a la « normalización » de los comportamientos declarados), resultando en una
sobreestimación de la coherencia entre los datos y, quizás, de la frecuencia habitual de las relaciones. (Extraído del documento)