Resum
Los grandes estudios Nacionales demuestran que las personas mayores continúan teniendo deseo sexual, la sexualidad en la vejez no necesariamente se relaciona con la disfunción; este es uno de los grandes imaginarios negativos que debemos romper. Por la edad no se pierde la capacidad de amar y ser amado, de sentirse deseado o deseada incluso en medio de una alteración cognoscitiva como el Alzheimer, las muestras de afecto se traducen en una extraordinaria posibilidad de comunicación emocional para sentirse seguros y estimados.