Resum
Pese a insertarnos en un ámbito todavía vedado hacia una mirada normalizada sobre el universo gay masculino -el femenino no se podía ni intuir-, lo cierto es que la llegada de los 50 permite una incipiente presencia en sus producciones. La existencia de argumentos cercanos a ella -siempre con matiz moralizante-. El éxito de ciertos dramaturgos, cineastas, y jóvenes intérpretes propiciará un relativo acercamiento en torno al erotismo masculino, y su capacidad para articular la sugerencia y miradas en segundo término configurarán el tapiz de la presencia en diferentes vertientes de un tratamiento del mundo homosexual, que tendría una mayor presencia en la década siguiente.