Resum
Introducción. Según Díaz (2009), la prostitución es una “violación remunerada” en el marco de una cultura patriarcal, donde el “pago” da derecho a tratar a la otra persona
como cuerpo-objeto para la satisfacción sexual. Un factor determinante y sin embargo invisibilizado de la prostitución es la demanda masculina. Atender al papel de los
hombres en la prostitución es imprescindible para involucrarlos en un trabajo tanto personal y de responsabilidad colectiva con el que cuestionar los “significados” que
sostienen la prostitución (Szil, 2018). Para ello, autores como Gutiérrez y Delgado (2015) proponen el cambio de creencias y actitudes hacia la prostitución mediante la
sensibilización en contextos de educación y comunicación de masas. Objetivo. Evaluar en un grupo de estudiantes de bachillerato las creencias sobre la prostitución y violencia
sexual. Método. Evaluamos 139 chicos adolescentes (N=139) de bachillerato, con edades comprendidas entre 15 y 19 años (16,42; ±0,684). Utilizamos un instrumento adhoc
de 14 preguntas sobre el hombre como consumidor de prostitución y la mujer en situación de prostitución; y un cuestionario de 7 situaciones violencia sexual (Promundo, Instituto PAPAI, Salud y Género y ECOS, 2013) con respuesta de tres
alternativas (0: No es violencia; 1: Sí es violencia; 2: No lo sé). Resultados. En cuatro situaciones, entre el 47,7% y el 61,5% de los chicos adolescentes no reconoce o niega
que exista violencia en alguna de las situaciones presentadas. Un 56,8% indica que los hombres consumen prostitución para satisfacer sus necesidades sexuales y un 23,7%
dice que las mujeres están en situación de prostitución por gusto. Conclusiones: En la población masculina adolescente se detectan dificultad para discernir determinadas
situaciones de violencia sexual además de creencias propias de un sistema “patriarcal” respecto del consumo de prostitución, por lo que supone una población diana para la prevención, sensibilización e intervención en este aspecto.