Resum
La transexualidad es una manifestación persistente de discordancia personal entre el sexo asignado al nacimiento y el sexo/género sentido. El abordaje del tratamiento en esta población tiene que hacerse en equipos multidisciplinares expertos. El protocolo de tratamiento más aceptado entre los distintos equipos está basado en los estándares asistenciales, propuestos por la Asociación Mundial de Profesionales para la Salud Transgénero (WPATH), que se revisan periódicamente y sirven de guía asistencial. El protocolo del proceso para el cambio de sexo contempla tres fases: psicológica, hormonal y quirúrgica. La disforia de género puede manifestarse en diferentes grados de intensidad en cada persona y momento vital. Una gran mayoría de casos se inician a edades muy tempranas, siendo condiciones complejas y asociadas a intenso malestar. Es de suma importancia la detección precoz y el tratamiento integral. Si la identidad de género está perfectamente consolidada no hay motivos para esperar hasta la mayoría de edad para iniciar el tratamiento. Hoy día los equipos de tratamiento defienden que se debe iniciar el proceso terapéutico durante la etapa puberal, habiendo un diagnóstico claro de persistencia y habiendo vivido el adolescente las primeras etapas puberales en su sexo biológico, con el fin de disminuir el sufrimiento psicológico, mejorar la aceptación social y mejorar el resultado estético en el aspecto del sexo deseado. El tratamiento hormonal con supresión puberal es reversible y no se debe iniciar hasta haber alcanzado el II-III estadio de Tanner, con presencia de esteroides en sangre y con una edad mínima de 12 años.