Resum
La violencia contra las mujeres con discapacidad sigue unos mecanismos particulares que la diferencia de la violencia que sufren las mujeres en general, y que hace que las medidas legislativas e institucionales de protección no se adapten a su situación. Se trata de una violencia invisible e invisibilizada, que acontece mayoritariamente en el ámbito doméstico y residencial y que actúa sobre personas en situación de gran vulnerabilidad. Los pocos estudios que la han abordado en nuestro país, lo han hecho partiendo de la “doble discriminación” que sufren estas mujeres como consecuencia de su discapacidad y de su género. Este enfoque resulta problemático porque sitúa a estas mujeres en el rol pasivo de la víctima, obviando su agencia y la influencia de otras variables que igualmente configuran su vivencia.