Resum

INTRODUCCION: La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es necesaria, aunque no suficiente, para desarrollar cáncer de cérvix. Siempre se ha considerado que deben pasar muchos años, incluso 20, desde la infección con el VPH hasta desarrollar cáncer, sin embargo, actualmente se diagnostican lesiones de alto grado en pacientes muy jóvenes. OBJETIVO: Conocer la distribución de la infección por VPH según la edad y las lesiones en mujeres infectadas. MATERIAL Y METODOS: Entre los años 2006 a 2012 se estudiaron 358 exudados endocervicales pertenecientes a 177 mujeres (37.4±9.2; 16-72 años) seguidas por una infección por VPH durante al menos 3 años. 53 eran menores de 30 años, 32 tenían entre 31-35 años y 92 eran mayores de 35 años. Se revisaron las historias clínicas de las pacientes para conocer su evolución. Se consideró buena evolución cuando resolvieron la lesión espontáneamente y mala cuando requirieron al menos una intervención quirúrgica. La detección del VPH se realizó mediante una PCR convencional con los cebadores consenso MY11/GP6+ frente a la región L1 durante los años 2006-2011 y mediante el sistemas COBAS HPV (ROCHE Diagnostics, Germany) durante los años 2011-2012. El genotipo se determinó mediante hibridación con P32. RESULTADOS Y DISCUSION: Se encontró HSIL en 21 (39.6%) de las mujeres menores de 30 años, en 21 (65.6%) de 31-35 años y en 50 (54.3%) de las mayores de 35 años. La distribución de genotipos según los grupos de edad y evolución de las mujeres se muestra en la tabla 1. El VPH 16 y los miembros de su familia a9VPH (VPH31, VPH33, VPH35, VPH52 y VPH58) se detectaron en 135 (76.3%) de las pacientes. Necesitaron al menos una intervención 28 (52.8%) de las mujeres menores de 30 años, 22 (68.7%) de 31-35, y 64 (69.5%) de las mayores de 35 años. CONCLUSIONES: La distribución de genotipos es independiente de la edad, siendo el más frecuente el VPH16 y los miembros de su familia. Estos genotipos se detectan más frecuentemente en las pacientes que evolucionan mal. Hay un elevado número de mujeres con lesiones graves y mala evolución con edades inferiores a 35 años. Todo esto sugiere que el comienzo de los programas de cribado deba adelantarse.