Resumen
El siguiente trabajo se estructura en dos partes. En la primera, se establece un contraste entre los términos erótico y pornográfico, a partir del cual se hace un recorrido por la pornografía, para detenerse en los años setenta del siglo XX, década en la que se producen acalorados debates dentro del feminismo, entre quienes defienden la pornografía y quienes la condenan. Esto dio lugar en los ochenta a una reivindicación del placer femenino y de las dimensiones políticas de la vida erótica, lo que igualmente pondrá de relieve Annie Sprinkle con sus performances y con su manifiesto Post Porn Modernist (1991). Este será el origen de la postpornografía, que cuestiona los códigos estéticos, políticos y discursivos de la pornografía mainstream, rompe con el binarismo sexo/género y apuesta por nuevas narrativas de placer. En la segunda parte, retomando el concepto de “porno gonzo” y de postporno, analizaremos la obra Sexografías (2008) de Gabriela Wiener (Lima, 1975), cuya escritura se revela como una experiencia política construida a base de relatos detallados en los que construye y deconstruye la subjetividad, articulando un discurso crítico que cuestiona la realidad. Escritura de postpornoficción en la que emerge sin tapujos una sujeto deseante.