Resumen
En la actualidad, la necesidad de implementar en el currículo la Educación Sexual está aceptada tanto por la comunidad científica, como por el conjunto de la sociedad. Se pueden subrayar dos grandes modelos teóricos en el campo de la formación sobre la sexualidad humana. Por un lado,
dentro del paradigma de la Educación para la Salud (EpS), encontramos el modelo biográficoprofesional
señalado por López (2005), coincidente con la corriente internacional denominada Educación Sexual Integral (Grossman, Tracy, Charmaraman, Ceder, y Erkut, 2014; Jennings, Howard,
y Perotte, 2014). Desde éste, se pretende que el alumnado adquiera y desarrolle las habilidades necesarias para mantener un estilo de vida saludable, sobreponiéndose a las dificultades de la vida
y respondiendo de forma efectiva y positiva a las exigencias de su entorno (Cárdenas, 2002). Por otro lado, encontramos un modelo educativo enmarcado en el ámbito de las Ciencias Sociales. Desde este segundo modelo se reconoce la multidimensional de la sexualidad humana y se analiza
de forma crítica la regulación social de la misma mediante normas, creencias, valores, estereotipos, etc. (Infante, Paris, Fernández y Padrón, 2009).
Dada la importancia de la Educación Sexual y los modelos expuestos, se presenta un análisis de las principales investigaciones nacionales e internacionales sobre el efecto de diferentes programas educativos. Los resultados son esperanzadores y avalan la eficacia de estos programas, mejorando
los conocimientos del alumnado, sus actitudes e incluso sus comportamientos