Resum
Al hablar de mujer y sexualidad, entramos en una parcela íntima que nos incomoda compartir, incluso con aquellas personas que aceptamos estén a nuestro lado, probablemente debido a nuestra educación, tabúes, condicionantes culturales y religiosos, que además se vuelven barreras inexpugnables si hablamos de mujer y sexualidad con una paciente mujer. Al hablar de mujer y sexualidad, hemos atravesado por distintas etapas en nuestra historia, donde el papel femenino no siempre ha sido el mismo. Así, en los siglos XVIII y xiX se produce la mayor oscuridad de la sexualidad, la mujer es recluida en su casa o convento. Añadiremos los vividos durante la Edad Media, donde la desnudez femenina fue la representación del pecado. No sólo la religión judeocristiana consideró a las mujeres como simples objetos sexuales, cuya función era la de procrear, perpetuar y servir a los hijos, sino que aún hoy la religión islámica la oculta bajo pesados ropajes. Sorprende que precedieran a este período otras etapas, como la prehistoria y la época grecorromana, donde sexualidad y el erotismo se vivían de una forma más explicita y pública. E incluso en otras culturas, como la hindú y la asiática, donde nunca se ha ocultado. Al hablar de mujer y sexualidad, es a finales del siglo xiX principios del xx cuando se empieza de nuevo a dar importancia a la sexualidad en Europa, con las aportaciones de Sigmund Freud y Havellock Ellis. Según avanza el siglo XX, el papel de la mujer empieza a tener más relevancia con la aparición del movimiento feminista y el uso de métodos anticonceptivos, permitiendo así despegarse de la única función femenina reconocida hasta entonces en nuestra cultura occidental: la reproductora. Al hablar de mujer y sexualidad, en nuestros días ocupa un lugar importante dentro de la vida cotidiana y como tal debemos de abordarla en nuestro trabajo asistencial, entendiéndola como un derecho de salud y dentro del concepto de medicina sexual. El hecho de que cada vez dispongamos de más mujeres médicos, especialmente en medicina de familia, debe de representar una facilidad añadida para el abordaje de una parcela tan importante como es la sexualidad femenina. (Extraído del documento)