Resumen
Introducción. La diversidad afectivo-sexual es un hecho en el comportamiento sexual de los adolescentes. De hecho, diferentes estudios indican que está cada vez más presente y que los esquemas cognitivos de los adolescentes son mucho más flexibles que los de hace una década. Por ello, el objetivo del presente trabajo es indagar en la diversidad afectivo-sexual de nuestros adolescentes profundizando más allá de las categorías convencionales. Método. Se evaluó a 1352 participantes entre 16-25 años (media=20,6 años; DT=2,5) de los que el 46,2% eran hombres. Esta muestra forma parte de un estudio nacional sobre adicción al cibersexo realizado a través de una plataforma online difundida por Facebook en la que se incluían cuestionarios relacionados con el comportamiento sexual: Experiencias homoeróticas e intención de conductas sexuales con alguien del mismo sexo. Resultados. Los resultados indican que un 69,5% de los adolescentes se consideraba heterosexual, un 16,9% bisexual y un 13,5% homosexual. Del total de la muestra, un 49,8% había deseado mantener relaciones homoeróticas, de los cuales un 45,2% eran chicos y un 53,8% chicas ( ²=8,31; p=0,004) y un 25,6% las había mantenido, donde un 35,9% eran chicos y un 16,6% chicas ( ²=54,29; p<0,001). Si nos centramos en adolescentes heterosexuales, se observa que un 28,8% ha deseado mantener relaciones homoeróticas, siendo un 13,5% chicos y un 39,8% chicas ( ²=63, 61; p<0,001) y un 6,3% las ha realizado, de los cuales 6,2% eran chicos y 6,4% chicas ( ²=0,02; p=0,888). En cuanto a la intención de realizar conductas con alguien del mismo sexo, si agrupamos todas las respuestas que muestran algún grado de disposición (“solo si la otra persona es atractiva” y “fácilmente”), observamos que todas las conductas muestran unas prevalencias elevadas, llegando la mayoría a más de la mitad. En términos generales, las mujeres muestran mayor disposición en gran parte de las conductas. Conclusiones. Tal y como se observa en este estudio, y a raíz de los resultados, parece ser que el modelo heteronormativo hegemónico en décadas anteriores es cada vez más insuficiente para explicar la riqueza de la sexualidad adolescente. Por ello, todos estos datos deberían tenerse en cuenta para entender la diversidad sexual en la adolescencia, con el fin de elaborar programas de atención acordes a su realidad.