Resumen
Los problemas de control de la eyaculación, aún teniendo una alta prevalencia a lo largo del ciclo vital, han sido un tema poco habitual en los artículos de las revistas especializadas ya sean de investigación o de revisión teórica. Los elementos más comunes incluidos en las definiciones de eyaculación precoz (EP) son la latencia eyaculatoria, la carencia de autoeficacia con el control y la insatisfacción sexual propia o de la pareja. Trabajos recientes señalan el impacto que tiene la EP en la autoestima, la relación de pareja y la calidad de vida. En los últimos años, ha habido una preocupación creciente por la validación empírica de los distintos abordajes psicoterapéuticos con objeto de establecer su efectividad y, por lo tanto, su rentabilidad. Esto ha llegado también al campo de la terapia sexual de las disfunción sexual en general y de la EP en particular. Los modelos de intervención terapéuticos que han demostrado ser más efectivos son los abordajes cognitivo conductuales. Aunque hay un arsenal de fármacos y de técnicas de terapia sexual disponibles, los porcentajes de éxito distan mucho de los reportados por Masters y Johnson. La carencia de estudios controlados acerca de la efectividad de las técnicas y el alto porcentaje de recaída parecen explicar la diferencia, sin embargo, la verdadera alternativa, la innovación requiere que los terapeutas nos replanteemos nuestra función y hagamos intervenciones holísticas de acuerdo con el concepto de salud sexual que hemos aceptado de forma consensuada, favoreciendo la madurez, el cuestionamiento de los valores dominantes con las mejores armas: la educación y la prevención. (Extraído del documento)