Resumen
Si estudiamos las expresiones artísticas paleolíticas que han perdurado hasta hoy en Europa descubrimos que las representaciones humanas son relativamente raras, pero expresan el pensamiento antropomórfico de nuestros ancestros y su interés por los caracteres sexuales. El coito y el embarazo, tanto animal como humano, se ha representado a veces en el paleolítico superior. Algunos santuarios con arte paleolítico podrían haberse empleado para enseñar tácticas de reproducción a iniciados, a la par que reflejan la preocupación de estos hombres y mujeres por la reproducción, el erotismo y la sexualidad. Generalmente se acepta que en el paleolítico superior la sociedad era matriarcal y que el varón no era consciente de su papel en la impregnación y en la paternidad. Los lugares que describimos proporcionan evidencia de que esta interpretación está lejos de ser realista y de que tanto hombres como mujeres eran conscientes de su papel en la procreación, y que comprendían la fertilidad y la vida sexual de la pareja. Además, cópula, preñez y parto estaban perfectamente secuenciados en su mente. Incluso hay evidencias para pensar que la procreación y la sexualidad estaban bien diferenciadas, al haberse documentado también representaciones con alto contenido erótico y ejemplos de masturbación o zoofilia. (Extraído del documento)