Resumen
Desde mediados de los años 90 la inmigración ha sido un fenómeno creciente en nuestro país, que sólo en
los últimos años se ha ralentizado. Como consecuencia de la incorporación de estos nuevos ciudadanos
también han aparecido nuevos pacientes, entre los que se encuentran algunos infectados por el VIH. Esta
es una población heterogénea aunque como rasgos generales podemos destacar que suelen ser más jóvenes,
con mayor predominio de mujeres y se infectan más por vía heterosexual en comparación con los
pacientes autóctonos. La infección se diagnostica más tarde y por tanto con recuentos de linfocitos CD4
más bajos, especialmente en los subsaharianos. La incorporación al tratamiento antirretroviral se produce
en condiciones inmunovirológicas similares, sin embargo la proporción de pérdidas de seguimiento es
mayor y esto ocurre sobre todo en poblaciones más vulnerables como las mujeres y los subsaharianos.
Entre las barreras que se han identificado para el acceso de los inmigrantes a los cuidados médicos en
igualdad de condiciones están: factores lingüísticos, culturales, el estigma asociado a la infección por el
VIH, las barreras legales, y la ausencia de red social de apoyo. La situación actual de recortes económicos
y en el derecho al acceso a la salud no van a mejorar estas diferencias, y previsiblemente también afecten
negativamente a la salud pública en España. (Extraído del documento)