Resumen
A partir de la terapia sexual de Masters y Johnson (1970), que marcó un punto de inflexión claro en el
tratamiento de este tipo de problemas, las disfunciones sexuales han constituido un campo de actuación
habitual para el tratamiento psicológico. Sin embargo, esta amplia aplicación y los buenos resultados
obtenidos, no se han visto hasta el momento avalados por una investigación rigurosa que respalde
su eficacia y efectividad. Asimismo, se carece de datos comparativos de la eficacia de los tratamientos
psicológicos y médicos para este tipo de problemas. Esta falta de trabajos parece relacionarse
con diversas dificultades y problemas que afectan a la obtención y selección de muestras, a la evaluación
y diagnóstico de los pacientes, a los propios tratamientos y a los diseños experimentales. Teniendo
en cuenta estas limitaciones, se revisa la evidencia disponible acerca de la eficacia de los tratamientos,
tanto psicológicos como médicos, de las disfunciones sexuales. Para ello se diferencian disfunciones
masculinas (más estudiadas hasta la fecha) y femeninas, haciendo hincapié en aquellas que
han recibido una mayor atención (i.e. los trastornos de la erección, la eyaculación precoz y la inhibición
de la eyaculación en el varón, y, fundamentalmente, los trastor nos del deseo sexual hipoactivo y
orgásmico en la mujer). A la luz de este análisis se señalan posibles vías de actuación en la investigación
sobre el tema. (Resumen extraído del artículo)