Resumen
Situada desde la Historia de la educación, el Análisis Político del Discurso y los
Estudios de género, esta tesis explora diferentes discursos, agentes y experiencias
en torno a la educación sexual en la Argentina desde la década de 1960 hasta 1997.
Para esto, se estudia cómo, desde mediados de siglo XX, la educación sexual se fue
configurando en un campo de disputas entre especialistas en crianza y familia,
pediatras, sexólogas/os, psicólogas/os, psicoanalistas, psicólogas/os
educacionales, médicas/os, planificadores familiares, agentes religiosos,
funcionarias/os de políticas educativas estatales y académicas feministas. Desde
los años 60, la educación sexual se volvió un objeto de debate público, al tiempo
que se configuró como un campo de disputas entre esos y otros agentes por la
hegemonía de sus significados. Todo esto en una coyuntura sociocultural de
grandes cambios en la moral sexual y en los hábitos y prácticas sexuales, sobre
todo de las generaciones más jóvenes. De allí en adelante la temática se volvió un
objeto de predilecto interés para quienes serían reconocidas/os como las/os
pioneros, especialistas y “expertas/os” en educación sexual, comunidades que
fueron demandando al Estado por la inclusión de esta educación en el sistema
educativo formal. Esto se dio a partir de la extensión de redes y eventos entre
“especialistas” de la región latinoamericana.
Fue durante el alfonsinismo, con la vuelta a la democracia y en un contexto en
donde la emergencia del sida y el embarazo adolescente fueron las dos grandes
problemáticas sanitarias y educativas, se incorporaron esas demandas y se
impulsaron programas y experiencias piloto en torno a la educación sexual en el
ámbito educativo. Esto lo estudiamos tanto a nivel nacional en el Ministerio de
Educación y Justicia como en la Dirección General de Cultura y Educación de la
provincia de Buenos Aires.
Durante la década del 90, se evidencian tensiones y disputas por la inclusión, no
solo de la educación sexual dentro de la reforma curricular de mediados de esa
década, sino también por la emergencia de la perspectiva de género en el sistema
educativo. En ese marco, fueron conocidas las relaciones de proximidad entre el
gobierno menemista con los sectores de las cúpulas católicas, una proximidad que
provocó que en una parte de dicha reforma quedaran excluidas la educación
sexual, la noción de género y los derechos sexuales y reproductivos, aunque sí se
lograron ver estas incorporaciones en la Formación docente para 1997.