Resumen
La homosexualidad masculina ha dominado el tratamiento del sexo no normativo en el cine. Hasta en eso se siguen las más viejas tradiciones. En los últimos años, transexualidad, intersexualidad o lesbianismo han ganado un mejor espacio. El cine y la televisión se han hecho eco de los cambios, de las libertades conquistadas a las pérdidas que trajo el sida. No hay un género, pero sí un cine gay (y cuyo destino no debería ser solo el espectador gay) y muchas formas de representación. Quizá ahora, superados algunos traumas y represiones, lo adecuado sería hablar de películas sobre relaciones entre personas, sea cual sea su orientación sexual y su identidad de género.