Resumen
Cada vez más, la sociedad rechaza cualquier forma de violencia
machista y esto es en gran medida, gracias al trabajo de los
movimientos feministas. Sin embargo, aún quedan muchos caminos
por recorrer para acabar con la normalización de las violencias.
En estas páginas, queremos lanzar reflexiones sobre uno de ellos;
una educación sexual feminista que incorpore entre sus objetivos
principales la prevención y la erradicación de las violencias
machistas en el ámbito sexual y afectivo. La educación sexual es
la base para el desarrollo pleno de la sexualidad de las personas,
pero también puede ser una herramienta de transformación social
para la construcción de una sociedad equitativa
y libre de violencias.