Resumen
Antecedentes: la etiología de la transexualidad ha sido estudiada desde distintas perspectivas. El objetivo de esta revisión bibliográfica es describir qué factores se han identificado como causa de la identidad sexual (transexual o cisexual). Método: se han analizado 24 investigaciones empíricas (1993-2018) de bases de datos científicas (PsycInfo, PubMed, Elsevier y Web of Science). Resultados: existe evidencia contradictoria acerca de la existencia de un dimorfismo sexual cerebral, ya que algunos autores apoyan la idea de que la mayoría de las personas poseemos un cerebro mosaico o intersexual. Por otro lado, sí se han encontrado diferencias entre personas transexuales y cisexuales a nivel cerebral. Este fenómeno se explica desde distintas posiciones: las teorías más predeterministas afirman que el origen se encuentra en el desarrollo fetal (ya sea por una disparidad entre el sexo cerebral y el sexo gonadal, o por el efecto de las hormonas), mientras que otros estudios explican estas diferencias desde el efecto del tratamiento hormonal cruzado. Ambas perspectivas presentan limitaciones, ya que no tienen en cuenta las vivencias experimentadas por las personas transexuales. Conclusiones: sería esperable encontrar que una persona transexual se comporte en base a su identidad sentida, y ello tenga consecuencias sobre el desarrollo de su cerebro, tanto a nivel estructural como funcional. Este fenómeno sería plausible debido al concepto de neuroplasticidad. Se plantea la necesidad de utilizar modelos explicativos que tengan en cuenta también el ambiente, como el CBB Loop Model of Human Development, basado en la interacción entre comportamiento, cultura y cerebro de la persona. La transexualidad es un fenómeno multicausal, por tanto, este debate no debería tener una perspectiva cerebrocentrista. El cerebro se va construyendo a lo largo de la vida, por lo que no se puede afirmar que en él se encuentre la causa de la identidad sexual.