Resumen
Introducción: La educación sexual ha sido concebida en un marco estrecho de prevención de enfermedad que pretendía evitar embarazos no deseados o infecciones de transmisión sexual en adolescentes y jóvenes. Sin embargo, la salud sexual es un concepto mucho más amplio. Entre las personas mayores
de 60 años, los programas de educación sexual escasean a pesar de sus numerosos problemas sexuales. Método: Durante 17 años se ha impartido un módulo de Educación sexual dentro de la asignatura “Educación
para la Salud” de la Universitat per a Majors en la Universitat Jaume I de Castellón. La población
diana para cada curso ha incluido 100-120 estudiantes de más de 55 años. Todos han recibido un módulo
de tres horas trabajando distintos aspectos: información respecto a la anatomía y fisiología sexual, orientación
del deseo, creencias disfuncionales, insatisfacción hacia el propio cuerpo y disfunciones sexuales,
entre otros. La principal tarea ha sido desmontar falsas creencias y prejuicios que dificultaban su disfrute
del sexo. Algunos temas abordados son la importancia del clítoris en el placer femenino, la escasa importancia
del tamaño del pene, el carácter saludable de la masturbación a su edad, la normalidad de la
homosexualidad y bisexualidad como opciones sexuales, la importancia de una sexualidad no centrada
en el coito y la influencia de una vida sexual activa en su calidad de vida. Resultados: Los estudiantes valoran muy positivamente la oportunidad de compartir sus creencias sobre
la sexualidad y encontrar un medio en el que poder aprender estrategias para enfrentarse a sus principales
preocupaciones sexuales. Conclusiones: La educación sexual que precisan las personas mayores debe ajustarse a sus necesidades en cuanto a contenidos y tener en cuenta los prejuicios tan compartidos en esta población a la hora de introducir ciertos temas.