Resumen
Se entiende a la salud sexual como un estado de bienestar físico, psíquico, emocional y social en relación a la sexualidad de las personas, no limitándose a la ausencia de enfermedad o disfunción. La salud sexual requiere un enfoque respetuoso y positivo hacia la sexualidad así como la posibilidad de tener relaciones sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia. Por tanto, para poder alcanzar una buena salud sexual, los derechos sexuales de las personas deben ser respetados, protegidos y satisfechos. Sin embargo, las mujeres con discapacidad sufren de una triple discriminación, por su género, por estar limitadas física o psíquicamente y por las creencias culturales en torno a su sexualidad. Por ello, en esta investigación se pretende analizar cuáles son las aportaciones de la perspectiva de género que permitan el desarrollo de la salud sexual en las personas con discapacitadas y en especial de las mujeres.