Resumen
Las iniciativas desarrolladas durante el proceso revolucionario
cubano que proporcionaron iguales derechos a las mujeres, no solo aportaron
cambios sustanciales en la condición de mujeres y hombres,
sino también en el establecimiento de políticas sociales
que incluían un Programa Nacional de Educación Sexual, cuyos principales beneficios se destinaban a mujeres, niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
Aquí se presenta un panorama de las principales etapas del proceso de institucionalización de la educación sexual como elemento de la política
social, de 1959 a 2003, y una valoración de sus principales
retos. En este análisis se considera la educación sexual como parte y expresión del objetivo de una política más general: la igualdad social y de género. No es suficiente la implementación de leyes y políticas para garantizar
el respeto de los derechos sexuales, ya que éstas deben
apoyarse en estrategias permanentes de educación
y comunicación social sometidas a constante evaluación. (Extraído del documento)