Resumen
Los adolescentes con TEA añaden a las necesidades de educación afectivo sexual que tiene cualquier adolescente, las derivadas de sus déficits a la hora de identificar e interpretar la información de tipo social. Debido a las dificultades que se generan, tanto padres como profesores manifiestan su preocupación. La cuestión es si ambos agentes educativos identifican las mismas necesidades o por el contrario no coinciden en su percepción de las dimensiones del problema. El presente trabajo tiene como objetivo comparar la percepción que padres y profesores tienen sobre las necesidades en cuanto a educación afectiva-sexual de los adolescentes. Para ello, cumplimentaron por separado la Escala de Comportamiento Sexual de Adolescentes con TEA los padres y profesores de 10 estudiantes de entre 13 y 17 años que asisten al aula de comunicación y lenguaje (CyL) de un instituto de secundaria. Padres y profesores coinciden en que la educación sexual beneficiaría a los adolescentes ya que carecen de conocimientos adecuados pero sobre todo coinciden en la valoración de su comportamiento social (.770*). Difieren significativamente, sin embargo, en dos cuestiones: la valoración que ambos hacen del comportamiento sexual de los adolescentes (t= -2.18; p= .044) puntuando los profesores (M= 7.6, DT= 5.4) muy por encima de los padres (M= 3; DT= 2.5), así como en la preocupación por la sexualidad de los adolescentes (t= -2.12; p= .049) mostrando los padres mayor preocupación que los profesores (Mpadres= 6; DT= 1.9; Mprofesores= 3.4; DT= 2.9). Es decir, aunque ambos coinciden en la valoración de sus déficits sociales, los profesores ven más comportamientos sexuales que los padres aunque éstos viven la situación de forma más ansiosa. Por tanto, los programas de intervención deben atender a estos resultados proporcionando a los padres una visión más cercana de la sexualidad de sus hijos tranquilizándolos al mismo tiempo.