Resumen
En un estudio realizado con funcionarias y funcionarios de centros de salud privada se evaluaron sus actitudes y predisposiciones hacia personas gais, mujeres lesbianas, bisexuales y trans. Los resultados obtenidos se contrastaron a su vez con una muestra de personas de la población LGBT. Los resultados muestran en general un nivel positivo de actitudes para la mayoría de las personas entrevistadas y esta situación se relaciona con un nivel de evaluación también positivo por parte de la mayoría de la muestra LGBT.
Sin embargo, existen proporciones nada desdeñables de funcionarios de salud que muestran actitudes negativas y predisposiciones tendientes al prejuicio y a la discriminación, situación que también se identifica en la evaluación negativa de un grupo importante de la muestra LGBT. Un factor que pareciera resultar determinante en el desarrollo de actitudes negativas consiste en la tendencia, casi mayoritaria de las y los funcionarios entrevistados, a considerar que las infecciones de transmisión sexual son un problema de salud más frecuente en la población LGBT, en comparación con los y las heterosexuales.
Esta creencia promueve el temor de transmisión al atender a estas personas, lo cual a su vez favorece el desarrollo de discriminaciones, malos tratos y mala atención. Las condiciones negativas de atención y maltrato se concentran, de manera especial, entre las personas trans, las cuales generan, por un lado, los peores niveles actitudinales por parte de las y los funcionarios entrevistados, y por otro evidencian las peores condiciones de atención y trato en la muestra LGBT. (Extraído del documento)