Resumen
En octubre de 2002, en Argentina se sanciona la Ley Nacional Nº 25.673, que crea el -Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable . En mayo del año siguiente se sanciona el Decreto Nacional 1283/2003 que reglamenta la mencionada Ley. El Programa -… reconoce que el Derecho a la Salud comprende la Salud Sexual, y que ésta incluye la posibilidad de desarrollar una vida sexual gratificante y sin coerción, así como prevenir embarazos no deseados. Se basa en la autonomía de todas las personas para elegir individual y libremente, de acuerdo a sus convicciones y a partir de la información y el asesoramiento, un método anticonceptivo adecuado, reversible, no abortivo y transitorio, para poder definir la posibilidad de tener hijos, cuántos hijos tener, cuándo tenerlos, y el intervalo entre ellos. Por eso, promueve la =Consejería‘ en Salud Sexual y Reproductiva en los servicios de salud pública de todo el país; es decir, la posibilidad de acceder gratuitamente a un asesoramiento de calidad que contribuya a la autonomía y a la toma de decisiones en materia de salud sexual y reproductiva (Ministerio de Salud de la Nación Argentina, 2007).
Algunos de los objetivos del Programa (ej.: -Disminuir la mortalidad materno-infantil o -Promover la educación sexual de los adolescentes ) implican acciones sobre algunas poblaciones específicas (Ley 25.673, Artículo 2º). Sin embargo, el artículo 3º de la Ley 25.673 establece explícitamente que -el programa está destinado a la población en general, sin discriminación alguna . Ni en la ley ni en el programa hay referencias a acciones específicas dirigidas a las necesidades de los hombres. En este contexto, todas las actividades relacionadas con la salud sexual y reproductiva (excepto la promoción de la prevención del SIDA) están exclusivamente dirigidas a las mujeres. En el presente artículo nos centraremos, en particular, en analizar en qué medida se ha avanzado en la institucionalización del Programa en lo que respecta, específicamente a garantizar el acceso al mismo a los varones. En este sentido, analizaremos si se conocen adecuadamente cuáles son las necesidades en salud sexual y reproductiva de los varones, prestando especialmente atención a aquéllas vinculadas a la edad y la clase social. Luego de identificar estas necesidades, analizaremos, cuáles han sido las intervenciones llevadas adelante para cumplir con los objetivos del Programa y -en la medida que los datos lo permitan- aproximarnos a una primera evaluación de cobertura y accesibilidad de los servicios ofrecidos.