Resumen
En 1991, se estrenó con gran éxito de crítica y público la película Mi Idaho privado del director estadounidense Gus Van Sant. Mientras el presidente George Bush defendía durante su presidencia (1989-1993) la dedicación hacia el fomento de los valores tradicionales de los Estados Unidos, Van Sant reflejó en su filme una realidad completamente diferente, la de unos jóvenes que aparecen desconectados y sin futuro dentro de una sociedad convulsa, llena de marginalidad, hurtos, estafas, drogas, prostitución, etc. Junto a lo anterior, esta película de marcada temática homosexual es una adaptación del texto dramático de William Shakespeare Henry IV (Enrique IV, 1598-1600). Concretamente, para llevar a cabo su largometraje, Van Sant desdibuja la idea de linealidad de la obra Enrique IV rearmando los diálogos del texto dramático para crear el argumento de su filme sin respetar el orden en que aparecían en el texto dramático, eliminando algunos, modificando otros y hasta añadiendo otros ajenos a la obra dramática. Cuando elige este modo de abordar a Shakespeare, Van Sant despoja a su película de lo que hubiera sido una pesada carga argumental, pero además se consigue crear una historia homosexual. Asimismo, se eligen los diálogos más relevantes para lograr que los personajes se puedan manifestar por medio de los enunciados de Shakespeare en referencia al tema fundamental del filme: la homosexualidad. A su vez, todo lo que oímos se relaciona con numerosas imágenes y otros sonidos que se emplean parar apuntar en esta misma dirección de sentido. Junto a los enunciados, por medio de los elementos de la puesta en escena, de los aspectos constitutivos de la apariencia externa de los personajes y de los componentes de la filmación no sólo se sitúa la historia clásica en un contexto diferente, en nuestro presente, sino que se destaca la homosexualidad.