Resumen
La anticoncepción con sólo gestágenos (ASG) representa una de las opciones anticon-ceptivas más prescrita en la actualidad. Incluye una amplia variedad de posibilidades, ya sea en formas de presentación, vías de administración y composición, como la píldora de desogestrel, los implantes subdérmicos de levonorgestrel o de etonorgestrel, el inyectable de acetato de medroxiprogesterona o el sistema intrauterino de liberación de levonorgestrel. Todas comparten la presencia de un componente hormonal único de la familia de las progestinas, que será el responsable de conferir la eficacia anti-conceptiva evitando, a su vez, los efectos secundarios atribuibles al uso de estrógenos. La ASG se encuentra entre los métodos con eficacia anticonceptiva más elevada y su mecanismo de acción se basa, principalmente, en el efecto del progestágeno a nivel central (retrocontrol negativo sobre el eje hipotálamo-hipofisario) y periférico (atrofia endometrial, alteración de la motilidad tubárica y transformación del moco cervical). Los ASG pueden ser utilizados por cualquier mujer que demande anticoncepción, pues son métodos, en cualquiera de sus vías de administración, altamente eficaces. Estarán especialmente indicados en las mujeres que, de forma temporal, como en la lactancia, o de forma permanente, como las fumadoras de más de 35 años o con otros factores de riesgo para el desarrollo de trombosis venosa profunda, no puedan utilizar métodos que contengan estrógenos. Cabe destacar que también pueden utilizarse buscando, además de su efecto anticonceptivo, otros muchos de los efectos beneficiosos que pueden aportarle a la usuaria, como la disminución del sangrado menstrual o de la dismenorrea. Sus efectos secundarios más frecuentes suelen estar relacionados con alteraciones del patrón de sangrado menstrual, cambios de peso por su efecto andro-génico, o la aparición de quistes ováricos funcionales.