Resumen
Este trabajo muestra el enfrentamiento entre dos modelos que, para solucionar la cuestión femenina, ofrecen su particular definición del sujeto. Desde la posición denominada de la Igualdad de género, el sujeto se define por una esencia mínima común al ser humano, abierta al diálogo y referente a unas cualidades humanas conectadas con la dignidad. Se añade la absoluta compatibilidad de esa esencia igual con las diferencias de todos los individuos entre sí. Por su parte, el modelo que, paradójicamente, se ha denominado Ideología de género afirma una esencia humana prefijada por naturaleza y completamente indisponible. Junto a ella, se entiende la existencia de dos tipos de persona o identidad, que son la del hombre y la mujer cuyo sexo biológico fija su modo de ser natural. Para ellos, la diferencia también entra en otro plano que es el de la identidad sexual prefijada. Así, sólo es posible hablar de hombre o mujer y no cabe una opción por el sexo. Expuestas las corrientes, este texto realiza algunas críticas al modelo de la Ideología de género, buscando los mejores argumentos para fundamentar la definición de un sujeto universal a partir de una esencia abierta y sin distinción entre los sexos, concibiendo al sexo como objeto de elección individual.