Resumen
Tratarles como seres asexuados o todo
lo contrario, temer que no sean capaces
de controlar sus impulsos son
dos de los grandes errores que, según
los expertos, cometen las familias de
las personas con discapacidad intelectual
a la hora de abordar su sexualidad,
un tema todavía tabú. Pero además,
las asociaciones que trabajan para
apoyar a este colectivo se encuentran,
a diario, con otros casos: personas con
discapacidad sobrevenida que quieren
recuperar su vida sexual. Pese a
que las estrategias a seguir son diferentes,
los especialistas insisten en
que, en ambos casos, se debe trabajar
desde la perspectiva de que hay múltiples
formas de placer y de que la sexualidad, subrayan, va mucho más allá de “genitales, coitos y orgasmos”