Resumen
A partir del estudio empírico realizado en el módulo de mujeres de una cárcel vasca, en el artículo se argumenta que la
experiencia del encarcelamiento tiene un impacto en las emociones y los cuerpos de las mujeres presas que se trasluce
en un deterioro de su salud mental, y en la vivencia de una sexualidad mediada por la institución penitenciaria. Respecto
a la salud, se constata un empeoramiento del estado general, especialmente en lo que se refiere a la salud mental o
al estado psicoemocional. Las entrevistadas manifiestan haber padecido ataques de ansiedad, depresión y, en algunos
casos, intentos de suicidio. La respuesta del personal sanitario de la prisión es una prescripción excesiva de medicamentos,
a la que algunas presas se oponen de manera explícita. En lo que respecta a la vivencia de su sexualidad, nos centramos
en los encuentros sexuales en la cárcel (llamados vis a vis íntimos), que las participantes definen como negativos
en la medida en que tienen lugar en un espacio carcelario, en un día y hora fijadas por la institución, y bajo la mirada del personal de la prisión.