Resumen
La sexualidad es una parte fundamental del desarrollo personal, además de una aspecto clave para nuestra buena salud física y mental. Sin embargo, a las personas con discapacidad o diversidad funcional parece que se les veta esta parcela vital, sobre todo porque se ignora esta realidad y no se les orienta adecuadamente sobre cómo conocerse, aceptarse y expresar su sexualidad de modo satisfactorio. Ante una discapacidad sobrevenida, como es la lesión medular, los profesionales sanitarios y sociosanitarios tienen la responsabilidad de realizar un abordaje integral que implique la mayor calidad de vida posible para el paciente. Y la sexualidad es una de prioridades de estas personas. Por eso, los expertos sexólogos aconsejan una intervención precoz, desde el primer momento, con el fin de evitar que acaben pensado que este ámbito de la vida no es importante y
se anulen como seres sexuados.