Resum
En pleno siglo XXI, todavía se sigue cuestionando la idoneidad de una educación sexual universal en la adolescencia. ¿Es este un cometido familiar o de las instituciones educativas? ¿Es informar al adolescente en esta materia un riesgo de fomentar comportamientos como la promiscuidad? Nuestra experiencia como enfermeras educadoras en sexualidad nos indica que existe mucha controversia al respecto. La sexualidad es un componente inherente al ser humano en todas sus etapas vitales y existe evidencia sobre los beneficios de una educación sexual impartida a tiempo, como vehículo impulsor de una sexualidad responsable y saludable. En España, la edad media de inicio en las relaciones sexuales es de 15-17 años y todavía hallamos resquicios de estereotipos o desinformación en esta población. Pero, ¿por qué sucede esto en la era de la comunicación? La educación no consiste en poseer toda la información sobre un tema, sino en saber manejarla de manera provechosa. Así, para una labor educadora eficaz, no debemos, en nuestras consultas de Enfermería, sino acercarnos al entorno del adolescente, empatizando con su modo de vida e interesándonos por sus preocupaciones para, así, poder crear un ambiente donde el adolescente se haga partícipe de su propia educación. (Extraído del documento)