Resum
El modo de hacer educación sexual, los objetivos, los contenidos, las estrategias, dependen
del concepto de sexualidad del cual se parta. Si se analizan las principales propuestas
de educación sexual utilizadas internacionalmente a lo largo del siglo que acaba de
terminar, podemos encontrar modelos que se centran en el conocimiento del cuerpo y la
función reproductora, o en la prevención de riesgos asociados al comportamiento sexual,
o el adoctrinamiento moral, tanto conservador, como progresista, etc. La mayoría de
ellos carecen de una reflexión conceptual previa acerca del sexualidad humana, dando
por sobrentendido que ya se sabe de qué se habla, cuando se habla de sexualidad.
En este artículo se presenta una síntesis de la fundamentación teórica que inspira el programa
Uhin Bare de educación afectivo-sexual encargado por el Gobierno Vasco a la
Universidad del País Vasco, para la educación secundaria obligatoria (E.S.O.), que comprende
a adolescentes entre 12 y 16 años. En él se insiste en la necesidad de profundizar
en el concepto de sexualidad en los siguientes términos: la sexuación es el proceso dinámico
a través del cual las personas se construyen como mujeres u hombres, siendo la
síntesis de la diferenciación biológica de los sexos y las atribuciones culturales correspondientes.
Podemos decir, por tanto, que la sexualidad es el modo de estar en el mundo
en relación con esta síntesis. A partir de esta reflexión teórica se deduce que en el
momento psicosexual de los adolescentes, cabe destacar tres dimensiones esenciales que
deben formar parte del abordaje de la sexualidad en estas edades: la identidad sexual, el
deseo sexual y la afectividad.
En la segunda parte de este artículo se exponen los pormenores del programa Uhin Bare
de educación afectivo-sexual: principios en los que se funda, objetivos, contenidos,
estructura y requisitos para su aplicación. (Extraído del documento)