Resum
Casi todos los investigadores coinciden en señalar que el deseo sexual hipoactivo (DSH) es la disfunción sexual más frecuente, pero una revisión en profundidad deja entrever que posiblemente los datos de prevalencia estén incrementados, ya que muchas veces no se ha establecido un diagnóstico diferencial exhaustivo entre discrepancia sexual, trastorno de excitabilidad y aversión sexual, situaciones que disminuyen la frecuencia sexual. Pese a todo, el DSH es la disfunción femenina más frecuente y, aunque tiene una repercusión muy negativa en la calidad de vida, no existen en la actualidad tratamientos eficaces, exceptuando el empleo de andrógenos en las escasas mujeres en que están indicados (hipoandrogenismo). Otros fármacos, como algunos antidepresivos, han sido eficaces en un 29% de los casos; los moduladores de los receptores estrogénicos han sido útiles en situaciones concretas, y la terapia sexual, siguiendo el modelo de Trudel, presenta una eficacia del 76%. Finalmente, para una resolución adecuada del DSH habrá que desarrollar nuevos principios activos empleados conjuntamente con terapia sexual en pareja. (Extraído del documento)