Resum
En 1994, los gobiernos del mundo aprobaron un histórico Programa de Acción sobre población y desarrollo. La Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), celebrada en El Cairo, Egipto, reconoció los derechos reproductivos como derechos humanos y declaró que los principios de igualdad de género, equidad y empoderamiento de las mujeres eran esenciales para las estrategias efectivas sobre población y desarrollo. Desde entonces se han tomado algunas medidas importantes para cumplir los compromisos que se contrajeron. Sin embargo, ahora que va a realizarse la revisión de los 20 años transcurridos, es triste ver que los avances han sido desiguales y lentos y que, en relación en concreto con la salud sexual y reproductiva, se han producido de manera irregular, en el mejor de los casos. Basado en investigaciones de Amnistía Internacional, este documento informativo pone de relieve la necesidad de garantizar que las normas de derechos humanos constituyen la columna vertebral de la revisión y de los planes de ejecución futura. El documento concluye con una serie de recomendaciones para poner fin a la exclusión, aumentar la participación y la rendición de cuentas y garantizar los derechos sexuales y reproductivos en tanto que derechos humanos. El respeto de los derechos sexuales y reproductivos es fundamental para la dignidad humana y para el disfrute del bienestar físico, emocional, mental y social. Amnistía Internacional pide a los gobiernos que reafirmen su compromiso de respetar, proteger y hacer efectivos estos derechos humanos. (Extraído de la contracubierta)