Resum
La historia de la educación está repleta de asignaturas pendientes, pero si hablamos de educación sexual esta referencia indudablemente se queda corta. El gran mito educativo tiene por fin la oportunidad de integrarse definitivamente en la nueva mentalidad social, mucho más abierta, y constituirse en un instrumento imprescindible para que desde las aulas niños y jóvenes se acerquen, descubran, profundicen y discutan de sexo con total naturalidad. Por fin se dan las condiciones sociales para que los educadores olviden la represión que presidió buena parte de las acciones del pasado, con explicaciones centradas en comentarios pseudocientíficos y descubran otros horizontes. Es la propia sociedad la que solicita nuevos modelos que bien podrían estar basados en la identificación y expresión de las emociones, pues se ha demostrado suficientemente la eficacia del control de los sentimientos en la búsqueda de una mejor formación. Las emociones se presentan pues como el campo de investigación más amplio para poder pensar en la educación sexual como una clave evolutiva de la sociedad en la que vivimos. (Resumen extraído del artículo)