Resum
El presente artículo tiene por objeto repensar los desafíos y las oportunidades que trajo aparejado el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio por el COVID-19 en nuestro país, en particular en relación a la implementación de la Educación Sexual Integral. Este análisis se nutre de mis propias experiencias como docente y antropóloga investigadora en escuelas medias de gestión pública de la Ciudad de Buenos Aires. Inicialmente, me propongo reflexionar sobre los actores que intervienen en la discusión sobre los contenidos de la ESI y sus disputas de poder desde una perspectiva foucaultiana. A la vez, señalo dos aspectos en los cuales la suspensión presencial de las clases supone una ocasión favorable para mejorar la implementación de la educación sexual. Por un lado, los dispositivos virtuales creados para continuar con la escolaridad en nuestro país podrían servir de soporte para fortalecer la federalización de la ESI. Por otro lado, la crisis sanitaria permite profundizar en el carácter transversal y relacional de la Educación Sexual Integral.