Resum
El COVID-19, la enfermedad del coronavirus declarada por la OMS como pandemia el 11 de marzo del 2020, está teniendo un gran impacto a nivel mundial, no solo económico y social sino también un impacto considerable en la salud pública y en específico en la salud sexual y reproductiva (SSR). En el Perú y en todo el mundo, si bien la necesidad inmediata desde el sector salud y de los gobiernos en curso, es detener y evitar la propagación de la pandemia, también es importante considerar que existen servicios esenciales que no pueden detenerse como los de SSR, sobre todo aquellos dirigidos a la atención durante la gestación, parto y puerperio que requieren un mecanismo de especial cuidado y tratamiento a fin de prevenir la morbi mortalidad en esta población vulnerable. Asimismo; los servicios de planificación familiar, consultas pre y postnatales, consultas por ETS, suministro de antirretrovirales para pacientes con VIH y atención en casos de violencia sexual; están siendo afectados seriamente en todo el mundo, produciéndose una interrupción, restricción y falta de continuidad de estos servicios; que de no tomarse medidas sanitarias al respecto, pueden conllevar a consecuencias negativas a mediano y largo plazo, que van a incrementar costos sociales, económicos y de salud, incluyendo muertes maternas y neonatales, embarazos no deseados e interrupciones, contagio de ETS. En ese sentido se hace indispensable generar estrategias sanitarias en SSR, a fin de cubrir las necesidades de esta población y mantener la continuidad de estos servicios durante la pandemia.