Resum
La violencia sexual y de género es un problema endémico y de larga data en el sistema educativo ecuatoriano, desde preescolar hasta el bachillerato. Según datos del Ministerio de Educación, entre 2014 y mayo de 2020, más de 4,200 niñas, niños y adolescentes sufrieron violencia sexual por parte de docentes, personal escolar, conserjes, conductores de transporte escolar y compañeros de estudios. “Es una lucha constante” se enfoca en casos de violencia sexual ocurridos en las escuelas y colegios de Ecuador entre 2010 y 2019. A partir de 83 entrevistas, el análisis de 38 casos y datos oficiales sobre violencia sexual en las instituciones educativas, el informe se enfoca particularmente en los serios desafíos en la forma en que las escuelas y los funcionarios de educación responden a la violencia sexual en las instituciones educativas, la escasez de equipos de consejeros y psicólogos estudiantiles para dar apoyo a las y los estudiantes y denunciar casos de violencia sexual, y el incumplimiento de protocolos oficiales por parte de escuelas y colegios fiscales y particulares. El informe también destaca los serios obstáculos que han encontrado las víctimas y sus familiares en su búsqueda de justicia por los crímenes que sufrieron. La mayoría de las familias dijeron a Human Rights Watch que tenían que luchar para obtener justicia.