Resum
Aunque la medicina considera la Anticoncepción Oral de Emergencia (AOE)
como un anticonceptivo, los líderes de las iglesias católicas y evangélicas la
han condenado enérgicamente por abortiva desde que su uso se introdujo
en el año 1996. Este ataque a las tecnologías anticonceptivas obstaculiza la
autonomía de decidir de las mujeres y su empoderamiento, y puede ser visto
como una forma de gobernanza reproductiva (Morgan y Roberts, 2012) que
busca dictar sobre las subjetividades y la autonomía corporal. Sin embargo,
esas acusaciones a la AOE como abortiva no son un asunto global; en el
mundo secular y en el Islámico, la AOE no tiene ese nivel de controversia.
Este hecho resalta la discrepancia entre las diferentes religiones y las ideas
científicas sobre los mecanismos de acción anticonceptivos y el inicio de la
vida humana. Otros problemas globales vinculados a la AOE incluyen la
promoción de la promiscuidad y aquellos asuntos vinculados a la facilidad
en su acceso, los cuales también son problematizados en el Perú. Este artículo
analiza las experiencias y opiniones de mujeres limeñas antes y después de
que la AOE fuera introducida en los servicios nacionales de salud en el 2016.