Resum
El nivel de aceptación por parte de la sociedad sobre la diversidad afectivo-sexual influye directamente en la vivencia de las personas LGTBI. El hecho de tener que ocultar la propia orientación sexual o vivirla con elevada preocupación fomenta el desarrollo de homofobia interiorizada, con los consiguientes problemas de salud mental que ésta produce. Nuestro objetivo fue analizar las diferencias existentes entre adolescentes y población joven en relación a la vivencia y la preocupación por la propia orientación sexual. Para ello contamos con una muestra de 140 adolescentes y jóvenes (65% mujeres y 35% hombres) entre 12 y 25 años, de dos centros públicos de educación secundaria de la provincia de Castellón. Los participantes cumplimentaron un cuestionario on-line desarrollado ad hoc de 52 ítems. Para este estudio hemos seleccionado los 3 ítems que evalúan la vivencia y la preocupación por la orientación sexual. Ya entre los 12 y 18 años, un 1.1% de adolescentes se siente bisexual, un 3% homosexual, un 4% tiene dudas y un 14% no siente atracción sexual por ningún sexo. Las personas no heterosexuales mostraron mayor preocupación al darse cuenta de su orientación que las personas heterosexuales (un 45.5% frente a un 3.4%) siendo estas diferencias significativas estadísticamente ( ² = 40.505; p£.001). Al analizar la preocupación por su orientación en la actualidad, en el caso de heterosexuales se mantiene en un 3.5% frente a un 31.8% de no heterosexuales ( ² = 23.838; p£.001). Aunque las diferencias no resultaron estadísticamente significativas ( ² = .404; p= .525), observamos que los adolescentes (12-18 años) no heterosexuales presentan menos preocupación que los jóvenes no heterosexuales de entre 19 a 25 años (75% frente a un 61.5%). En cuanto a la edad en que se dieron cuenta de su orientación, en las personas no heterosexuales fue posterior (M=10.45; DT=6.43) que en las heterosexuales (M=5.74; DT=5.04) siendo estas diferencias estadísticamente significativas (t= 3.84; £.001). Finalmente, las personas no heterosexuales, cuanto más tarde se dieron cuenta de su orientación sexual, más preocupación mostraban en la actualidad. Estos resultados muestran que todavía jóvenes y adolescentes presentan preocupación sobre su propia orientación sexual, sobre todo cuando la identificación como no heterosexual se hace a una edad más tardía. Resaltamos la importancia de normalizar la diversidad afectivo-sexual, y la necesidad de romper con la heteronormatividad, para que identificarse como no heterosexual no implique ningún tipo de preocupación que puede ser la antesala de problemas de salud mental.