Resum
Tener un cuerpo diferente al de un hombre o una mujer común suele
despertar sospechas, dudas, curiosidad y crueldad social, por ello
las personas que poseen cuerpos variables habían pretendido, hasta
hace poco tiempo, no ser visibles. Hoy la comunidad intersex ha
encontrado personas aliadas e instituciones interesadas en escuchar
y trabajar a su lado, labor que ha requerido de paciencia y cuidado,
de formación permanente, de acuerdos y diálogo, de solidaridad y
generosidad, aspectos que analiza la autora en su texto.