Resum
INTRODUCCIÓN: La fibromialgia (FM) se define como una enfermedad crónica, de origen desconocido, caracterizada por la presencia de dolor musculoesquelético generalizado durante al menos 3 meses, siendo más frecuente en las mujeres (Cabo-Meseguer, Cerdá-Olmedo & Trillo-Mata, 2017). Los síntomas incluyen dolor difuso, fatiga y angustia emocional (Wolfe et al., 1990), provocando una gran afectación a nivel físico y mental (Hernández-Petro & Cardona-Arias, 2015), causando gran interferencia en distintos aspectos de la vida cotidiana. Las mujeres con fibromialgia presentan gran afectación en la sexualidad, debido tanto al dolor físico como a los estados depresivos característicos (Yilmaz, Yilmaz & Erkin, 2012). El objetivo de esta investigación es evaluar si existen diferencias en la interferencia que causa el dolor en la sexualidad de mujeres con FM y mujeres con otro tipo de dolor, esperando que las personas con FM presenten mayor afectación. PROCEDIMIENTO: Se administraron dos cuestionarios: -Cuestionario ad hoc de Sexualidad para Pacientes de Dolor Crónico: Escala tipo Likert (0=nada de acuerdo, 3=completamente de acuerdo) con 38 ítems divididos en 6 factores, de los cuales para el presente estudio, únicamente se emplearon aquellos ítems (8) referentes al factor de interferencia del dolor en las relaciones sexuales (min=0, max=24).-Cuestionario ad hoc sobre datos sociodemográficos y datos acerca del dolor crónico: Instrumento empleado para obtener información sociodemográfica y datos sobre la caracterización del dolor crónico y/o enfermedad y el tratamiento de cada persona. CONCLUSIONES: Como se observa en nuestros resultados, las mujeres con fibromialgia presentan mayor interferencia del dolor en varios aspectos de la sexualidad que aquellas que padecen otro tipo de dolor crónico. Estas diferencias pueden ser debidas a la relación entre la fibromialgia y otros problemas de salud mental, al bajo umbral de dolor que pueden presentar las personas con fibromialgia, entre otros factores (Yilmaz, Yilmaz & Erkin, 2012). Por ello, consideramos que debería tenerse en cuenta para futuras intervenciones no solo el sufrimiento físico, sino también las implicaciones emocionales y afectación en la vida cotidiana que puede tener este tipo de enfermedad.