Resum
El presente estudio se estructura en 8 capítulos en los que se analizan las respuestas a las preguntas del cuestionario. El primer capítulo tiene un carácter introductorio siendo su objetivo la contextualización de la percepción de la violencia sexual en el marco de las desigualdades de género y el sexismo. En él se abordan las opiniones sobre el alcance de la desigualdad de género en España y su evolución en los últimos 10 años, así como las actitudes hacia el sexismo de la población española.
En el segundo capítulo se analiza, utilizando ítems procedentes de la escala Illinois de Aceptación del Mito del Acoso Sexual, la percepción existente en relación al acoso sexual en el trabajo, profundizando en el rechazo o la tolerancia hacia actitudes que pueden de alguna forma justificar dicho acoso. Se divide el análisis en tres secciones: en la primera se analiza la creencia relativa a que las mujeres inventan o exageran el acoso sexual, o a que ellas mismas promueven el acoso. Después se evalúa la creencia de que el acoso sexual no es más que un comportamiento romántico que surge de forma natural en los hombres y que las mujeres disfrutan. Por último se estudia la creencia relativa a que la responsabilidad de controlar el acoso sexual recae en la mujer acosada.
El tercer capítulo se centra en el análisis de la tolerancia entre la población hacia actitudes que podrían implicar justificar la violencia sexual, culpabilizar a la víctima, o eximir al agresor. Para ello se emplean, entre otros, ítems procedentes de la escala de Aceptación de Mitos Modernos sobre las Agresiones Sexuales. Aunque la inmensa mayoría de la población condena a nivel teórico la violencia sexual, cuando se pregunta por determinados comportamientos o actitudes que suponen una agresión sexual, éstos no siempre se identifican como tales. También sucede que se apoyan afirmaciones que en la práctica implican culpabilizar a una mujer que ha sufrido una agresión sexual o eximir a un agresor de su culpa, por ejemplo cuando se muestra el acuerdo con la afirmación relativa a que el alcohol es el causante de muchas agresiones sexuales.
En el capítulo cuatro el énfasis se pone en conocer las opiniones de la población sobre la punibilidad de los distintos tipos de violencia sexual contra las mujeres. En primer lugar, se analizan conductas que van desde la violencia sexual de tipo verbal hasta las agresiones sexuales en el ámbito de la pareja o los delitos sexuales facilitados por drogas. En segundo lugar, se analizan comportamientos de violencia sexual en el marco de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Finalmente, se estudian las actitudes hacia la trata de mujeres con fines de explotación sexual y hacia el consumo de prostitución.
En el quinto capítulo se analiza, por una parte, la percepción social sobre los lugares en los que se producen con más frecuencia agresiones sexuales y, por otra, los estereotipos acerca de los agresores. En el análisis de las creencias sobre los motivos por los que algunos hombres agreden sexualmente a las mujeres, se distingue entre los que de alguna forma justifican el comportamiento del agresor y los que no.
En el capítulo seis se estudia el conocimiento de casos de violencia sexual en el entorno de las personas entrevistadas. Se analiza el conocimiento de casos no sólo en el entorno familiar o círculo de amistades, sino también en el vecindario y en el lugar de trabajo o estudio.
El capítulo siete está dedicado al conocimiento y opiniones sobre las denuncias por violencia sexual. Se analizan las opiniones sobre la frecuencia con la que las mujeres denuncian las agresiones sexuales, sobre los motivos por los que las mujeres que han sufrido una agresión sexual no denuncian a su agresor, y sobre el lugar o servicio de apoyo al que acudirían las personas entrevistadas en caso de sufrir una agresión sexual. El último capítulo, el octavo, se centra en la prevención de la violencia sexual a través de la educación y la sensibilización ciudadana. En primer lugar se analizan las opiniones sobre las instituciones y organismos que deberían informar sobre la violencia sexual y su prevención. Después se estudian las acciones que la población considera más relevantes a la hora de prevenir las agresiones sexuales. Finalmente se estudia la opinión ciudadana en relación a la necesidad de educar a hombres y mujeres en el consentimiento sexual como forma de prevenir las agresiones sexuales.