Resum
indican haber tenido alguna vez una enfermedad de transmisión sexual (STI-Sexually Transmitted Disease) en Canadá y las variaciones regionales de estas asociaciones. Métodos: Se tomó una muestra de 35,099 canadienses adultos de la Encuesta de Salud de la Comunidad Canadiense de 2009-2010, la cual se analizó mediante regresión logística binaria para modelar las relaciones entre estado civil, sexo, ingreso familiar, educación, frecuencia de consumo de alcohol, consumo de tabaco, estatus inmigratorio y región canadiense de residencia, con haber sido diagnosticado alguna vez con una STI. El modelo controló la edad del encuestado.
Resultados: Las personas que vivían en los Territorios tuvieron las probabilidades más altas de haber sido diagnosticadas alguna vez con una STI (OR = 2.03, 95% CI (1.19, 3.48)) y los residentes de las provincias Marítimas (OR = 0.71, 95 % CI (0.59, 0.85)) y Ontario (OR = 0.79, 95 % CI (0.70, .89)) tuvieron las probabilidades más bajas de haber sido diagnosticados con una STI. Ser mujer fue un factor de riesgo con un índice de probabilidad de 1.74 (95% CI (1.60, 1.88)). En nuestro estudio, se encontraron como factores protectores el ingreso familiar, el matrimonio y la educación. Los factores de comportamiento tales como tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol tuvieron efectos nocivos significativos en la salud sexual. Los fumadores actuales tuvieron una probabilidad 1.95 (95% CI (1.75, 2.18)) veces más alta que los no fumadores de haber sido diagnosticados con una STI. De manera similar, los individuos con consumo excesivo de alcohol con una frecuencia de más de una vez por semana tuvieron 1.77 (95% CI (1.57,1.99)) mayores probabilidades de haber tenido alguna vez una STI. Conclusiones: Tanto los factores demográficos como los de comportamiento influyen en la probabilidad de haber sido diagnosticado alguna vez con una STI en Canadá. Es más probable que las mujeres, las personas con más bajos ingresos, más bajo nivel de educación o solteras, alguna vez hayan tenido una STI. El tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol están asociados de manera significativa con un incremento en la probabilidad de alguna vez haber tenido una STI en Canadá. Las intervenciones políticas, como el suministro de información relevante y precisa para las poblaciones en mayor riesgo, identificadas en este estudio, podrían resultar beneficiosas. Las intervenciones de detección en contextos clínicos y no clínicos también son una parte importante de cualquier estrategia de prevención de las STI. Igualmente, es más probable que las intervenciones de promoción de la salud específicas de género sean más eficaces.