Resum
Entre 1880 y 1930, la medicina colombiana conjugó en su práctica elementos de la ciencia y la moral cristiana para criminalizar, rechazar y, en menor medida, patologizar prácticas sexuales no ortodoxas. Lo que subyace a esto es la promoción y defensa de la procreación, la monogamia, la diferenciación sexual y dominación de la mujer que, en conjunto, no es otra cosa que la defensa de la heterosexualidad, entendida como discurso histórico de saber-poder sobre la sexualidad y los placeres que tiene efectos materiales sobre la experiencia de los sujetos. A partir de una revisión de la producción científica médica de la época, la legislación civil y el peritaje médico contenido en los archivos judiciales se muestra cómo la medicina promovió el discurso de la heterosexualidad en el país, teniendo como base los discursos positivistas y evolucionistas sociales que promulgaron prácticas eugenésicas e higienistas.