Resum
Se ha propuesto el trastorno de hipersexualidad como una nueva cate¬goría diagnóstica para el DSM-V. Este trastorno se caracteriza por la frecuencia y la intensidad de las fantasías sexuales, la activación psi¬cofisiológica, el ansia y las conductas sexuales, todo ello asociado a un componente de impulsividad. Las conductas excesivas de tipo apetitivo, incluyendo la hipersexualidad, pueden considerarse como adicciones con¬ductuales. La adicción al sexo se aplica a personas que muestran con¬ductas parafílicas o no parafílicas relacionadas con situaciones de riesgo, con una escalada en el tipo de conductas sexuales (tolerancia), con una pérdida de control y con una consecuencias psicosociales negativas, tales como embarazos no deseados, ruptura de pareja, problemas económicos/laborales y enfermedades de trasnmisión sexual, incluyendo el sida. Las conductas más habituales implicadas en la adicción al sexo son las fan¬tasías sexuales, la masturbación compulsiva, la pornografía, el cibersexo, el voyeurismo, el sexo anónimo y las parejas múltiples. Las conductas sexuales tienen como objetivo reducir la ansiedad y otros afectos dis¬fóricos (por ejemplo, la vergüenza y la depresión). La adicción al sexo presenta una comorbilidad con otros trastornos del Eje I (sobre todo, con trastornos de ansiedad, depresión, dependencia de sustancias e hiperacti¬vidad). Todavía hay muchas lagunas en el conocimiento del curso clínico, de los factores de riesgo y de la historia familiar y se carece de datos sobre la adición al sexo en mujeres.